Gestación subrogada pros y contras

La gestación subrogada pros y contras, es un tema que genera intensos debates éticos, legales y sociales en todo el mundo. Este proceso permite a parejas o individuos tener hijos mediante la colaboración de una mujer que gesta el embarazo. A lo largo del artículo, exploraremos los principales pros y contras de esta técnica, analizando su impacto en las partes involucradas y en la sociedad en general.

Entre los argumentos a favor de la gestación subrogada se destaca la posibilidad de cumplir el sueño de formar una familia para quienes no pueden concebir de manera natural. Cuando el proceso se lleva a cabo dentro de un marco legal bien establecido, se garantiza seguridad y transparencia para todas las partes involucradas.

Algunos piensan que las mujeres, si desean ser madres solteras, pueden hacerlo simplemente accediendo al banco de espermatozoides donados y mediante fecundación in vitro. Mientras que un hombre no puede ser padre soltero ya que no tiene la capacidad de gestar por sí mismo. Por lo que justifican la regularización para una igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

Se defiende que la mujer es capaz de decidir por sí misma y si ésta decide ayudar a otras a personas a gestar no hay porqué tutelar esta decisión.

Otro argumento a favor de la gestación subrogada es el reconocimiento de esta realidad, de padres y madres que acuden al extranjero para buscar mujeres gestantes y que luego vuelven a su país de origen donde tienen que registrar al recién nacido. El hecho de que esta realidad existe es argumento suficiente para exigir la responsabilidad de su aceptación.

Acceder a la gestación subrogada requiere irse a países en donde esté permitido y desembolsar una cantidad importante de dinero, de modo que se pone de manifiesto una desigualdad entre los padres de intención con recursos económicos suficientes y entre los que no los tienen. Si se aprobara esta tecnica como una opción financiada por el Estado, en función de las necesidades de los subrogados y no por el patrimonio, se acabaría, en muchos países con este problema de desigualdad.

Se argumenta que aprobar la gestación subrogada en países donde está prohibida, reducirá la demanda de padres que acuden al extranjero en los que esta práctica está permitida a modo lucrativo con el riesgo de explotación de la mujer, de modo que ese riesgo se vería disminuido.

La gestación subrogada se considera como un avance para ayudar a personas que no pueden gestar por sí mismos por problemas de salud, esterilidad estructural o identidad de genero y que es una opción tan válida como el uso de gametos donados.

Al igual que en el punto anterior, se considera una oportunidad, para quienes no pueden gestar, de tener un hijo genéticamente propio (al menos de uno de los dos subrogados).

A pesar de sus beneficios, la gestación subrogada también plantea desafíos y controversias que no pueden ser ignorados. Cuestiones como la posible explotación de las gestantes, la comercialización del proceso reproductivo y las diferencias en las regulaciones internacionales generan un intenso debate en torno a esta práctica.

Quienes defienden que la gestación subrogada no debe permitirse, argumentan la explotación de la mujer, en la que es considerada como un mero medio para un fin. Argumentan que la explotación y esclavitud que tiene lugar en países en vías de desarrollo en los que la gestación por sustitución está permitida de modo comercial es suficiente como para no permitirse y que hay que proteger a las mujeres de esta práctica. Consideran que se trata a la mujer como un mero objeto.

Argumentan que el embarazo no es un proceso inerte y que conlleva riesgos de salud a las mujeres gestantes: hiper-hormonación, cesárea, riesgos propios del parto

Indican que generalmente son padres de intención con recursos económicos los que acuden a esta práctica y que las mujeres que acceden a gestar son en mayoría mujeres con déficit de recursos económicos en situación de vulnerabilidad que no tienen mejor alternativa que la de gestar para adquirir un monto económico, siendo cómplices con la aprobación de esta desigualdad.

Consideran que la gestación subrogada sirve para servir al hombre que no puede gestar por sí mismo y entienden esto como una dominancia de las necesidades del hombre sobre el cuerpo de la mujer y una forma de control sexual de la mujer.

Refieren que las agencias de gestación son las principales interesadas en la regulación de esta práctica, lo cual toman como signo de sospecha ante a quiénes va a beneficiar realmente la regulación de esta práctica.

Se indica que el cuerpo humano y sus partes no deben ser, como tales, fuente de lucro.

Hemos aprendido que quienes recurren a la gestación subrogada lo hacen después de haber enfrentado un largo camino de dificultades y haber agotado todas las demás opciones disponibles. No es una decisión tomada a la ligera, sino la única alternativa viable para aquellas personas que, debido a problemas médicos, infertilidad o circunstancias personales, no pueden gestar por sí mismas. Indudablemente, la gestación subrogada con sus pros y contra, es un tema complejo que despierta tanto entusiasmo como controversia.

Más allá de las diferencias de opinión, la gestación subrogada refleja el avance de la ciencia y el derecho a la autodeterminación reproductiva, consolidándose como una opción real para quienes desean ser padres con responsabilidad y respeto por la dignidad humana.

En los países desarrollados donde la gestación subrogada está permitida, el proceso se lleva a cabo dentro de un marco legal sólido que protege los intereses de todas las partes involucradas. Estas regulaciones garantizan la seguridad y el bienestar tanto de los padres intencionales como de la gestante, estableciendo derechos y responsabilidades claras. Gracias a un sistema transparente y supervisado, se minimizan los riesgos de explotación y se asegura que el proceso se realice de manera ética, equitativa y respetuosa.