Selección de sexo y subrogación

La selección de sexo (también conocida como selección de género), es un tema que despierta gran interés y debate en el ámbito de la reproducción asistida. Para muchas familias, especialmente aquellas que recurren a la gestación subrogada, la posibilidad de elegir el género del bebé representa una oportunidad única para evitar la transmisión de enfermedades genéticas ligadas al sexo o equilibrar la familia.

La selección de género es el proceso mediante el cual se determina el sexo de un embrión antes de que sea implantado en el útero, ya sea mediante reproducción asistida o técnicas avanzadas como la Fecundación In Vitro (FIV). Las razones para optar por la selección de género pueden ser médicas o sociales.

• Razones médicas: para evitar la transmisión de enfermedades genéticas ligadas al sexo, como la hemofilia o la distrofia muscular de Duchenne.

• Razones sociales o personales: algunas familias desean un equilibrio en el género de sus hijos o tienen preferencias culturales y personales.

La Fecundación In Vitro (FIV) es un componente esencial en la selección de sexo. Esta técnica permite crear embriones en laboratorio utilizando los óvulos de la madre de intención (o una donante) y el esperma del padre (o un donante). Una vez que los embriones se desarrollan, se pueden realizar pruebas genéticas para determinar su género antes de seleccionarlos para la transferencia embrionaria. En muchos países, solamente es legal la elección del sexo con el objetivo de evitar enfermedades hereditarias ligadas al sexo. En cambio, en otros países como EE.UU., esta técnica se utiliza de manera rutinaria para el equilibrio familiar o razones personales.

El PGD (Diagnóstico Genético Preimplantacional) y el PGT-A (Pruebas Genéticas Preimplantacionales) son técnicas avanzadas utilizadas durante la FIV para analizar los embriones antes de la transferencia al útero. Mientras el PGD permite detectar enfermedades genéticas específicas y también determinar el género del embrión, el PGT-A evalúa anomalías cromosómicas (monosomías, trisomías o poliploidías), asegurando la implantación de embriones sanos.

Estas pruebas son esenciales no solo para seleccionar el género, sino también para garantizar que el embrión esté libre de trastornos genéticos que puedan comprometer su desarrollo.

Microsort es una técnica de selección de sexo que funciona tiñendo el esperma con un colorante fluorescente que se adhiere al ADN. A continuación, los espermatozoides se separan utilizando un citómetro de flujo, diferenciando los que contienen cromosomas X (niña) de los que contienen cromosomas Y (niño). El esperma seleccionado se utiliza posteriormente en procedimientos de Fecundación In Vitro (FIV) o inseminación intrauterina (IIU), dependiendo de las necesidades de los padres intencionales.

Mediante una modificación en el protocolo de preparación del semen en el laboratorio, se puede enriquecer la muestra con espermatozoides del sexo deseado y realizar su introducción directa en el útero mediante inseminación artificial. El método Ericsson es una técnica menos costosa que se utiliza para seleccionar espermatozoides según su movilidad.

Los espermatozoides que contienen cromosomas Y (niño) tienden a ser más rápidos, mientras que los que contienen cromosomas X (niña) son más lentos. Aunque es más económico, el método Ericsson tiene una precisión menor en comparación con técnicas como el PGD o Microsort.

La gestación subrogada juega un papel fundamental en la selección de sexo. Este proceso permite a los padres de intención seleccionar un embrión del género deseado mediante técnicas como el Diagnóstico Genético Preimplantacional (PGD). En países donde las leyes lo permiten, como Estados Unidos, la subrogación con selección de sexo es una opción popular para las familias que desean equilibrar los géneros de sus hijos o evitar enfermedades genéticas ligadas al sexo. En este contexto, la subrogación ofrece un nivel adicional de flexibilidad, ayudando a los padres intencionales a lograr la estructura familiar que desean mientras enfrentan desafíos reproductivos complejos.

La selección de sexo en la subrogación plantea importantes consideraciones éticas que deben ser analizadas cuidadosamente. En algunos casos, la preferencia por un género podría reforzar estereotipos o desequilibrios sociales. También existe preocupación sobre las implicaciones emocionales para los niños concebidos con expectativas específicas relacionadas con su género. Por ello, es crucial que las familias consulten con profesionales médicos y éticos para tomar decisiones alineadas con sus valores y necesidades, garantizando un enfoque responsable y equilibrado.

Gracias a los avances en tratamientos de fertilidad, es científicamente viable seleccionar el género del futuro hijo mediante métodos específicos. La selección de sexo en la gestación subrogada es una alternativa que combina los avances tecnológicos en medicina con la oportunidad de ayudar a las familias a alcanzar sus metas de paternidad. Desde técnicas como el PGD hasta opciones como Microsort y Ericsson, hay múltiples caminos para alcanzar el objetivo deseado. Sin embargo, es esencial considerar las implicaciones éticas y legales antes de proceder.

Si estás considerando la subrogación con selección de sexo, busca orientación de expertos en reproducción asistida para asegurarte de que el proceso sea seguro, ético y exitoso.

¡Este podría ser el primer paso hacia la familia de tus sueños!.